Bueno, a pedido del público - básicamente mi mamá ;p -, y porque tengo un amigo que está bastante mal de la cabeza - para decir que le gustó... :-/ :-o ;p -, que lo menciona a cada rato y a todo el mundo ... este es un "cuentito" que escribí hace casi tres años, para una compañera de la facultad que estaba "depre" porque había reprobado una materia (sí, ya sé... soy re-grosso, no? :D ). Espero que les guste... y sino será una clara muestra de carencia de BUEN GUSTO, manga de desagradecidos!!! :p
". . . y el grillo le dijo a la luciérnaga: - ¿Por qué lloras? A lo que ella respondió: - Porque está lloviendo... y no puedo volar - ni brillar - este día... y realmente puse TODO de mi parte para que las cosas me salieran bien...
- Pero no debes estar triste por eso...
- Pero te digo que las cosas no salieron como yo esperaba... y estoy triste.
- Lo sé... y lo entiendo. Pero la vida se trata de eso...
- ¿De fallar? ¿De que las cosas te salgan mal?
- Ja, ja... no, claro que no... Se trata de intentar, de darlo todo... dices que pusiste TODO de tu parte, ¿no?
- Por supuesto.
- Entonces debes sentirte feliz. No por no haber logrado lo que querías, sino por haberlo puesto todo. La vida no se trata de fracasos y triunfos... a veces, los más exitosos son los más desdichados... y a veces, aquellos que no llegan donde quieren, son los más felices...
- Pero eso no tiene sentido... ¿cómo puedo estar feliz si perdí?
- ¿Es que acaso aun no lo has comprendido? Tu no perdiste. Ganaste.
- ¿Gané...?
- Por supuesto. Ganaste la magia de saber que lo diste todo... y eso es mucho más de lo que muchos hacen... Aprendiste, a traves del sinsabor de tu experiencia, que la vida no es siempre amable, y que muchas veces las cosas pasan aunque deseemos con todas nuestras fuerzas que no sea así...
- Pero eso no me consuela... aun así no triunfé...
- ¿Crees que vivir se trata de triunfar?
- Claro.
- Es ahí donde te equivocas. La vida es muy corta... a veces demasiado. Y el torbellino del tiempo, inclemente, te arrastra y te sumerge con él en un huracán de locura, en un movimiento zigzagueante desordenado, hasta ahogarte, hacerte perder la conciencia... y pierdes el sentido de las cosas. Te hace fallar en ver aquello que es importante... y el tiempo se te va... y la vida se te va... y el tren no te espera, te deja a desangrarte, a quedarte lamentando, razonando tus errores... dandote cuenta que estás rodeada de panes... pero perdiste tus dientes en la lucha absurda con la tristeza...
- ¿Entonces la vida se trata de no perder el tiempo?
- No precisamente. Está bien perder el tiempo... pero no vale la pena perderlo en lamentarse.
- Porque ese tiempo es tiempo perdido... y nunca más vuelve.
- ¡Exacto! Veo que estás entendiendo... Dime algo, ¿qué es lo mejor de la lluvia?
- ¡Nada! Sólo me lastima... me hace sufrir, por no poder lograr mis deseos...
- Te equivocas. Te enseña...
- ¿Me enseña? Será a sufrir...
- No. Te enseña a valorar más el cielo despejado... el arco iris que te ilumina cuando se va... la calma que reina, abrazándote el silencio...
- Tienes razón... nunca lo había visto de esa manera... Entonces, ¿la lluvia es buena?
- Seguro.
- Pero si es algo bueno que ella me haya pasado, ¿eso quiere decir que no fracasé?
- Es lo que he estado tratando de decirte... la vida se trata de vivir... no importa si ganas o pierdes... sino de cómo vives... Si disfrutas de esas cositas maravillosas y pequeñitas que la mayoría siempre se pierde, ahogados con el tiempo, entonces SIEMPRE serás una ganadora... lo demás, será como tenga que ser... simples anécdotas, olvidadas, en el librito de tu historia....
Y de repente, la lluvia paró. Y el grillo sonrió, feliz por saber que algo maravilloso había ocurrido... Y la luciérnaga lloró, pero esta vez por algo diferente: su vida nunca sería la misma... los ojos de su almita estarían siempre abiertos a partir de ahora, y vería sus días con los ojitos soñadores del grillo... y las alas de su ángel - sus palabras, su amor - la abrazarían cuando se sintiera mal, y le pondrían alas a su corazón, para que de ahora en más pudiera estar bien alto, lo suficientemente alto como para que nadie pueda volver a lastimárselo...Y el arco iris salió, como siempre pero diferente, trayendo consigo un beso trasnochado y un poema desordenado, uno que el grillo había escrito para la luciérnaga con el intento de alegrarle - aunque mas no sea - un poquitito su linda y frágil existencia . . ."